Donald y Bradley encienden el ambiente previo a la Ryder Cup con alusiones al dinero y un lapsus histórico

FARMINGDALE, Nueva York.— A dos días del primer golpe en Bethpage Black, la 44.ª edición de la Ryder Cup arrancó con mensajes punzantes durante la ceremonia inaugural del miércoles. El capitán europeo, Luke Donald, recalcó que su equipo está “impulsado por algo que el dinero no puede comprar”, en referencia implícita a los pagos que reciben los jugadores estadounidenses por su participación.

Desde 1999, cada golfista de Estados Unidos percibe 200.000 dólares destinados a obras benéficas, cifra que este año aumentó a 300.000, más un estipendio personal de 200.000. El combinado local ha anunciado que donará los 500.000 dólares íntegros, pero el comentario de Donald sirvió para remarcar que Europa compite sin compensación económica.

A continuación, el capitán anfitrión, Keegan Bradley, cometió un desliz al recordar la remontada de 1999 en Brookline: atribuyó a Justin Rose el putt decisivo de 45 pies firmado por Justin Leonard. El fallo provocó burlas y aumentó la ventaja dialéctica europea antes de que se inicie el juego.

Donald se convirtió en el primer europeo que repite capitanía desde Bernard Gallacher (1991-1995) y destacó la trayectoria del Viejo Continente, que ha ganado 10 de las 14 ediciones disputadas desde 1979. El equipo busca su quinta victoria en territorio estadounidense y pretende extender la racha de 32 años sin triunfos visitantes para EE.UU.

Bradley, nacido en Nueva Inglaterra e hijo de un profesional de la PGA, relató que la Ryder Cup se volvió “personal” cuando, con 13 años, presenció el desenlace de 1999. Pese a estudiar la posibilidad de ser capitán-jugador —fue décimo en la clasificación estadounidense y supera en ranking mundial a cuatro de sus dirigidos—, finalmente optó por concentrarse en la capitanía.

La multitud de Bethpage Black, conocida por su ambiente vehemente, es una baza que el equipo local espera aprovechar. El campo ha acogido dos Abiertos de Estados Unidos, un Campeonato de la PGA y dos torneos de los playoffs de la FedEx Cup, siempre con galerías ruidosas.

La ceremonia se adelantó un día por previsiones de lluvia, lo que brinda a ambos equipos una jornada adicional de preparación antes de que los capitanes anuncien el jueves las parejas para la ronda inicial de foursomes.

Tras la clara victoria europea en Roma hace dos años, la espera concluirá el viernes por la mañana cuando comience la competición en uno de los escenarios más exigentes y estridentes del golf.

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